martes, agosto 16, 2005

SENDAS TRIVIALIDADES

Hace tres meses no leo un libro, ni voy a una sala de cine; el último libro que terminé fue París de Hemingway y después pase por Loriga, Gifford, Roth y Auster; la última cinta que vi, no recuerdo, incluso creo me equivoqué de sala en la cineteca y me dormí. Es curioso, poca gente me ha regalado un libro, un cd o una película; ahora, además de la ibook, en mi pequeña maleta de viaje cargo un libro verde que Lorena me regaló ahora que estuve en el hospital, es una antología de Fernando Pessoa y ese libro lo guardaré siempre; exactamente hace una semana Lorena fue a verme a casa, descendió de su Honda Civic rojo y como siempre me hizo reír, me dio mucho gusto ver su carita sonriente y su cabello todo despeinado color rojo. -----Lo que me está pasando es el Karma por haber sido tan grosero con usted----- le dije; ella nunca dijo nada, ni reprochó, ni recordó, ni una palabra triste, lo único que me dijo, fue ------ Hoy comí con una amiga y me estaba diciendo que parece que haga lo que haga su destino ya está “escrito”------ terminamos de hacer el claricot y le contesté ----eso parece, la frustración es el “destino final”, la soledad…-----. Platicamos un buen rato, y me dio mucho gusto lo bien que está, y me doy cuenta tardíamente que muchas cosas que hizo no fue por juzgarme, solo fue por darme un empujón para salir de la apatía (no se como, ni cuándo, pero ese duro trabajo lo "hizo" Ayesha). Lorena y Yo estuvimos juntos una semana en Zurich y ni una foto tenemos de eso, la pasamos bien, Zaira y Alex nos recibieron muy cordialmente y comimos pizza, fonduta, bebímos mucha cerveza Fransiskeiner; Lorena me cuidaba con el tremendo resfriado que me llevé de la ciudad de México y yo la llevaba por entre esas casa como de cuento y el frío Suizo, es un buen recuerdo, solo lamento no tener una foto de aquella ocasión. Desgraciadamente yo necesitaba más afecto y ella un mejor hombre, uno responsable. Yo siempre he echado a perder todo por sendas trivialidades.

TRIVIALIDAD. Este día he intentado escribir, pero solo, frente al televisor he pasado parte de la tarde/noche comiendo pistaches y bebiendo coca cola. Daniela "ha cancelado el viaje"; iría conmigo a Zurich y visitaríamos a Alex y Zaira. Pero, así como rápidamente Daniela arregló el vuelo en lufthansa México-Amsterdam/ Amsterdam-Zurich, solo recibí un mail diciéndome que con esas actitudes mejor cancelaría el viaje. Esta mañana hablamos por teléfono y su seguridad con la que me contaba sobre las opciones para cambiar el viaje u obtener su dinero de nuevo, me dejó sin "armas". ------Está bien----- le dije; y después de colgar el auricular salí a la calle. El motivo de la cancelación, una trivialidad mía; hace días, muy temprano me levanté y puse el dvd de la película "The ring", parecía interesante, solo que cuándo la reportera investiga el contenido del vídeo que "hace que la gente muera", se trabó el dvd. La imagen de ella colocando el vhs en la videocasetera se congeló, el reloj marcaba 5:43... no supe porque razón, pero al ver la hora en la pc, marcaba 12:43. No funcionó más el dvd, me sumergí en la gran caja negra dónde guardo los dvd´s y encontré Lolita. Al terminar la película pensé en lo enloquecido que he terminado la mayoría de las ocasiones en las que "ellas" con ese aire de suficiencia te mandan al carajo. Karina pasaba los días deprimida, llorando, con la cabeza baja y las manos dentro de los pantalones; y yo "vivía" con eso, con el constante llanto y su inseparable rechazo a la "dependencia", y aunque me enfadaba, sabía que su férrea depresión no se esfumaría, así que opté por tomarla como parte de ambos... Una vez fue el Flamenco lo que hizo que Daniela no se sintiera bien conmigo; la segunda Karina y las 8 cervezas de litro que bebí en el orizaba; y la última, recordar la novela de Nabokov.
Yo estaré en dos semanas, volando hacía los -2 grados de Zurich...

IMITACION DE GATO
Los gatos le lamían la planta del pie,
yo reía
y los imitaba;
a Daniela no le gustaba el cosquilleo y la nariz húmeda de los gatos;
y tampoco le gustaba mi imitación,
y lo se,
soy malo para eso,
para imitar,
para tocar a Bach en el piano,
para hacer fonduta y lasagna al forno;
aunque no se si mi imitación de gato
era tan mala,
que estas últimas noches de Enero
Daniela prefiere ir a dormir;
y seguro no pensará en mis manos sobre su rostro;
ni soñará con unos gatos bajo el sillón,
ni con el duro frío que juntos pasamos,
y mucho menos le importará
todas las vísceras que he tirado durante los últimos años.
No se si ser mal imitador sea la causa del dolor de mis rojas encías
y de esta grata apatía.

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